viernes, 1 de febrero de 2008

Mensajes de texto y correos electrónicos son cada vez más protagonistas de rupturas

La nueva tecnología ya está transformando los divorcios
Mensajes de texto y correos electrónicos son cada vez más protagonistas de rupturas

Desde que empezó a sospechar que su marido la engañaba con otra mujer, Silvina se obsesionó con la idea de encontrar una prueba de esa supuesta infidelidad. Al principio, siguió las pistas clásicas: buscó en los bolsillos del saco, revisó su billetera, prestó atención a los "perfumes" sobre su ropa y hasta rastreó los cuellos de las camisas para comprobar si tenían maquillaje femenino.

Cuando los caminos habituales fracasaron, probó con otras vías. Por consejo de algunas amigas, empezó a buscar en otro terreno, ese en el que su marido mejor se movía: revisó prolijamente el teléfono celular, buscó en la computadora personal y hasta se atrevió a acceder a su agenda electrónica.

Finalmente, después de varios meses de buscar alguna huella que confirmara sus sospechas, la encontró donde menos lo esperaba: en un mensaje de texto que su marido había olvidado borrar de la bandeja de entrada de su celular que dejaba en evidencia una relación con otra mujer.

Con paciencia, buscó asesoramiento para lograr reunir esa evidencia, que luego fue usada en el proceso judicial que concluyó en el divorcio.

Las historias como la de Silvina, en realidad, hoy por hoy ya tienen poco y nada de curioso para los abogados que trabajan en temas ligados a divorcios vinculares. Las nuevas tecnologías están asumiendo un papel cada vez más importante en esos procesos, ya sea como prueba de una infidelidad, como evidencia de una relación clandestina o simplemente como disparador de sospechas infundadas.

En Estados Unidos, el organismo que nuclea a abogados expertos en asuntos matrimoniales destacó que hoy en día en casi todos los casos de divorcio hay algún tipo de "evidencia informática". Si bien en Venezuela el asunto no ha llegado todavía tan lejos, en los últimos años se ha vuelto cada vez más común.

RASTREAR INFIELES

Según estimaciones de consultoras privadas, cada mes se envían en Venezuela unos 5.300 millones de mensajes de texto entre celulares. Muchos de ellos -como sucede con los millones de correos electrónicos y de conversaciones de chat- viajan cargados con historias de pasiones ocultas, infidelidades, amores prohibidos y romances "tramposos".

Y aunque muchos usuarios creen que la intimidad esas comunicaciones está protegida, lo cierto es que en un alto porcentaje quedan expuestas a la mirada de los otros.

Gustavo Talavan, consultor y especialista en temas de seguridad informática, recuerda que la tecnología nos ayuda a comunicarnos pero también sirve perfectamente para delatarnos, porque siempre existe una "huella" de los lugares donde estamos, basados en el elemento con el cual nos comunicamos.

"Un celular registra su presencia en una celda, por lo cual es muy simple saber desde dónde se hizo una llamada, o por triangulación, conocer dónde esta ubicado un celular en un momento determinado. Y para alguien que esta 'de trampa', esto es muy peligroso", explica.

Y detalla: "Un mensaje de texto en un celular que acaba de ser borrado puede fácilmente ser recuperado como prueba de un engaño. Una cámara digital que registró imágenes comprometedoras puede borrarse y recuperarse en un abrir y cerrar de ojos. Un mail presuntamente anónimo puede ser rastreado a través de la dirección IP desde donde fue generado".

Así las cosas, al mismo tiempo que estas nuevas tecnologías se hacían cada vez más populares, los mensajes de texto, los correos electrónicos y las conversaciones de chat hicieron su aparición en casos de rupturas y divorcios.

Laura Palazzo, abogada platense especialista en derecho de familia que trabaja hace años con divorcios vinculares, reconoce que en los últimos tiempos las nuevas tecnologías han entrado con fuerza en estos temas.

"En el ámbito local -afirma- ya hemos trabajado con casos en donde se aportaron pruebas que tenían que ver con este tipo de tecnologías de comunicación".

Por regla general, apunta, en este tipo de casos suele ser la parte ofendida de la pareja quien se encarga de rastrear conductas infieles. Y es entonces cuando se encuentran con historias y datos muchas veces abrumadores. "En un caso reciente en el que trabajamos, una de las partes había llegado a encontrar evidencias de que su pareja estaba ofreciendo servicios sexuales a través de Internet", relata Palazzo.

En Estados Unidos, el fenómeno ha tenido una expansión inusitada en los últimos años, en gran parte debido al enorme porcentaje de la población de ese país que tiene posibilidades de acceder a las nuevas tecnologías, que se incorporaron de lleno a la vida cotidiana.

En un artículo publicado recientemente por el diario The New York Times, el presidente de la Academia Norteamericana de Abogados Matrimoniales, Gaetano Ferro, reveló que hoy en día en ese país "prácticamente en cada caso de divorcio hay algún grado de evidencia tecnológica".

Ese organismo ha comenzado a dictar en los últimos meses un seminario para letrados sobre cómo recabar información electrónica. Es que las nuevas tecnologías, dice Ferro, "han cambiado completamente el campo".

Y hasta tal punto lo ha cambiado que para los abogados estadounidenses que trabajan con casos de rupturas y divorcios ya es rutina solicitar a los jueces órdenes para confiscar o copiar los discos duros de las computadoras de los cónyuges de sus clientes.

En nuestro país, en cambio, la estructura jurídica dio muestras de no estar lo suficientemente preparadas para recibir ese impacto.

"Las nuevas tecnologías nos pasaron por encima", reconoce Palazzo. "Los abogados estábamos muy acostumbrados a trabajar de una determinada forma. Y cuando, por ejemplo, un cliente nos pide hacer reserva de este tipo de pruebas nos sentimos un poco abrumados porque implica tener conocimientos específicos", agrega.

ELEMENTOS DE PRUEBA

A pesar de ser, cada vez más, un elemento que actúa como disparador de rupturas o divorcios, los correos electrónicos y los mensajes de texto no siempre pueden constituir evidencias de infidelidad en una instancia judicial.

Especialistas en el tema explican que si bien son elementos que "suman" a la hora de establecer un conjunto de pruebas, no son eficaces si se presentan en soledad. Por el lado de los correos electrónicos, la razón reside en que su origen real es difuso y puede prestarse a manipulaciones y en el de los mensajes de texto simplemente porque la Justicia no siempre puede acceder a los contenidos, sólo a los números desde donde llegaron o hacia donde se emitieron SMS.

Para algunos abogados que trabajan en la materia, conseguir pruebas que confirmen la infidelidad de una de las partes para presentar luego en la Justicia es mucho más complejo de lo que se cree. Sin embargo, hay maneras de hacerlo eficazmente.

Los abogados coinciden en apuntar que la clave reside en el grado de contundencia de la prueba. Por eso, apuntan, si lo que se pretende es recolectar evidencias que puedan luego ser utilizadas, lo ideal es consultar con algún profesional y, sobre todo, tratar de que esa información quede guardada en algún soporte físico, como un CD.

TECNOLOGIA Y DIALOGO

Sin embargo, otros abogados que trabajan con el tema, aseguran que en rigor las nuevas tecnologías no han modificado significativamente el escenario sino que los adelantos técnicos sólo vinieron a aportar nuevas herramientas en donde se despliegan las crisis de parejas.

En los procesos de ruptura de pareja actuales, señala, la tendencia avanza hacia la despersonalización. "La tecnología lo que permite es que a través suyo se encuentren nuevas formas de comunicación con otras personas cuando lo que hay es falta de diálogo".

EL AVANCE TECNOLOGICO Y LA CONTRATACIÓN INFORMÁTICA*

El avance tecnológico produce innovaciones en el ámbito de las organizaciones, las cuales demandan la existencia de un "documento con validez legal" denominado "Contrato Informático". Las implicaciones de la nueva era tecnológica, y la incertidumbre sobre la transferencia comercial de bienes y servicios informáticos hizo que en principio, tal contrato se englobara en los Contratos Clásicos.

El análisis teórico de un novedoso tipo contractual, como lo es el "CONTRATO INFORMÄTICO", es un estudio que cobra gran interés en el marco de lo que se ha dado por denominar la "nueva era tecnológica". Profundizar en aspectos tales como: el marco jurídico aplicable a este convenio; la situación en la que se hallan los países en desarrollo, potenciales usuarios de los bienes y servicios informáticos; el lograr una definición completa de lo que es un contrato informático; precisar sus características, determinar su naturaleza, y los elementos de este tipo de contratación, es una inquietud que debe ser abordada dadas las condiciones que rodean a estos contratos informáticos.

Por otra parte, los aspectos indicados hacen que el profesional del derecho que se enfrenta por vez primera a este tipo de contrato, halle tres principales dificultades a superar:
a) la especificidad de sus aspectos técnicos;
b) la imprecisión del vocabulario técnico – jurídico; y
c) la estructura compleja de este tipo de contrato.

Asimismo, la falta de conocimientos técnicos indudablemente que dificulta la redacción e interpretación de este tipo contractual, y en particular la identificación de las principales cuestiones que deben ser consideradas.
Por otro lado, el vocabulario informático se caracteriza por el predominio de las palabras en idioma inglés. A esta circunstancia apuntada se suma la imprecisión del vocabulario informático debido a la falta de uniformidad al respecto. Por ejemplo, no hay acepciones universalmente aceptadas del término software, o de qué constituye software de base.

No obstante, ante tal panorama tanto los países en desarrollo, principales receptores de estas nuevas tecnologías, como los distribuidores y proveedores de bienes y servicios informáticos de los países altamente industrializados, han empezado a entender que se vive un nuevo paradigma, donde la tecnología lejos de dominar o aniquilar al hombre puede, y así en muchos casos se demuestra, permitir avances impresionantes en las distintas áreas prioritarias para el desarrollo integral de la sociedad. Pero para ello, se debe estar en condiciones de negociar en igualdad, dominando el know how

Como consecuencia de lo planteado hasta ahora, resulta inobjetable la importancia creciente de este tipo de contrato en la Economía Mundial, lo que se manifiesta en tres áreas:En el interior de las economías desarrolladas, permitiendo el flujo de conocimientos desde los sectores especializados en la Informática y el Derecho de las Nuevas Tecnologías o Derecho Informático, hacia aquellos que, por contar con capital y medios para su realización práctica, pueden aplicar con provecho tales conocimientos.

Entre distintas economías desarrolladas, como una extensión del cuadro económico indicado inmediatamente antes, así como resultado del distinto énfasis puesto por los diversos países en el desarrollo tecnológico interno, que ha llevado a algunos países (desarrollados) a una posición de preeminencia en el comercio de tecnologías, manteniendo una balanza de pagos positiva, aún frente a otros países industrializados.

Entre naciones desarrolladas y las subdesarrolladas, estas transferencias de tecnología informática – cuyo volumen creciente responde conjuntamente a la inferioridad tecnológica del segundo grupo de naciones y al deseo de éstas de aproximarse a los niveles productivos de las primeras -, plantean problemas específicos que exceden en buena medida, el marco del Derecho Privado.

Tal situación provoca la necesidad de asesorarse, de profundizar el conocimiento y no limitarse sólo al ámbito técnico, como en sus inicios ocurrió, es evidente que se han trascendido las fronteras al campo social, económico y jurídico.

ver: http://www.zur2.com/fcjp/114/rodriguez.htm